La cafeína tiene un efecto protector, pero el café descafeinado también aporta beneficios
Las personas que beben dos o tres tazas de café al día tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares que las que se abstienen de tomar café, según un estudio basado en datos de 449.563 personas del Reino Unido. El máximo beneficio se ha observado en las personas que consumen habitualmente café con cafeína, pero también se ha observado una reducción del riesgo en quienes toman café descafeinado. Los que beben variedades de café molido tienen un riesgo cardiovascular algo menor que los que toman cafés instantáneos.
La cafeína no explica todos los beneficios del café, concluyen los autores de la investigación, de la Universidad de Melbourne (Australia). “El café contiene más de 100 agentes biológicos diferentes”, escriben en la revista European Journal of Preventive Cardiology, donde han presentado sus resultados. Además de cafeína, contiene polifenoles y otros micronutrientes que “son probablemente responsables de los efectos beneficiosos del consumo de café.”
Estudios epidemiológicos anteriores ya habían observado que el consumo regular de café se asociaba a una reducción del riesgo cardiovascular. Este efecto se había atribuido en gran medida al hecho de que la cafeína interfiere con la adenosina, una molécula implicada en las arritmias. Pero “faltan estudios que analicen los efectos de los distintos tipos de café”, especialmente el descafeinado, señalan los autores del estudio. Para analizar esta cuestión, han recurrido a los datos del Biobanco del Reino Unido, un proyecto iniciado en 2006 para estudiar la influencia de la nutrición y otros factores ambientales en el desarrollo de enfermedades. Han analizado los datos de casi medio millón de personas que declararon cuánto café tomaban y de qué tipo.
Los participantes, que tenían entre 40 y 69 años cuando se inscribieron en el estudio, fueron seguidos durante una media de 12 años. Durante este periodo, 43.173 sufrieron un infarto de miocardio, angina de pecho, insuficiencia cardiaca o ictus isquémico y 27.809 fallecieron. Los resultados muestran que el riesgo de enfermedad cardiovascular y el riesgo de muerte por cualquier causa tienen forma de U, con un riesgo mínimo en las personas que beben dos o tres tazas al día y mayor en las que no beben ninguna o más de cinco tazas al día.
En quienes bebían dos o tres tazas al día de café molido con cafeína, el riesgo de muerte en los 12 años siguientes era un 27% menor que en quienes no bebían café en absoluto. Se observó una reducción del riesgo del 14% con los cafés descafeinados y del 11% con los cafés instantáneos, también en comparación con los que no tomaban café. Los resultados fueron similares al analizar el riesgo de ictus e infartos de miocardio. Con las arritmias, en cambio, no se observó ningún beneficio en quienes consumen habitualmente café descafeinado, sólo en quienes lo toman con cafeína.
El estudio, que no ha sido financiado por ninguna empresa, ha analizado conjuntamente a personas que dijeron tomar dos y tres tazas de café al día. Por tanto, no permite discernir si son preferibles dos o tres. Un estudio anterior realizado con datos de 402.260 personas en Estados Unidos, donde la forma de preparar el café suele ser diferente a la del Reino Unido, observó un beneficio máximo con 4 ó 5 cafés al día.
“Nuestros resultados indican que no debe desaconsejarse el consumo de café de cualquier tipo en cantidades moderadas, sino que puede disfrutarse como parte de un estilo de vida cardiosaludable”, afirma Peter Kistler, investigador principal del estudio, en un comunicado publicado por la Sociedad Europea de Cardiología.