La cirugía bariátrica mejora la salud a largo plazo

Se trata de pacientes con obesidad sin enfermedades asociadas, denominados metabólicamente sanos, y representan una de cada cinco personas que se someten a este tipo de intervención. Sus niveles de colesterol, glucosa, triglicéridos y marcadores de hígado graso siguen descendiendo cinco años después de la cirugía.

La mejoría es menor que la de los pacientes con obesidad que sí tienen problemas metabólicos antes de operarse y, por tanto, parten de niveles más altos, pero demuestra la utilidad de incluirlos en el procedimiento quirúrgico.

Así lo demuestra un estudio del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital del Mar, el primero en España, publicado en la revista Surgery for Obesity and Related Diseases.

Las personas con obesidad mórbida, pero sin comorbilidades añadidas como colesterol o hígado graso, denominados pacientes obesos metabólicamente sanos, mantienen los beneficios a largo plazo de someterse a cirugía bariátrica. Así lo demuestra un estudio que ha analizado los datos de casi 200 pacientes con obesidad grave operados en el Hospital del Mar de Barcelona. El estudio ha sido realizado por el Servicio de Endocrinología y Nutrición del centro y el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), con la Universitat Autònoma de Barcelona y el CIBER de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (CIBEROBN), y se publica en la revista Surgery for Obesity and Related Diseases. Los mismos investigadores ya habían publicado un primer estudio en el que analizaban la evolución de estos pacientes al año. Este nuevo estudio es el primero de estas características en el Estado.
Los investigadores analizaron la evolución a cinco años de casi 200 pacientes que se sometieron a cirugía bariátrica en el Hospital del Mar. Una de cada cinco de estas personas no tenía comorbilidades añadidas a la obesidad antes de la intervención; eran obesos severos metabólicamente sanos. El resto tenía al menos una, ya fuera diabetes, dislipidemia (niveles elevados de colesterol y/o triglicéridos en sangre), hipertensión o hepatopatía grasa. Los resultados indican que ambos grupos se benefician de la cirugía y que esta mejoría se mantiene a lo largo del periodo estudiado.

Disminución de todos los indicadores
Los pacientes que estaban sanos antes de la cirugía consiguieron mejoras en todos los indicadores analizados cinco años después de la intervención. Es el caso de los niveles de glucosa en sangre, que disminuyeron un 7%, y de los triglicéridos, que disminuyeron un 31%. Dos de los marcadores de hígado graso también descendieron, un 29% y un 55%. En cambio, los niveles de colesterol HDL, el llamado colesterol bueno, aumentaron un 37%. Estos datos llevan a Albert Goday, primer autor del estudio y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición, a afirmar que “muchas de las mejoras metabólicas conseguidas con la cirugía bariátrica se habían demostrado a corto plazo, pero ahora hemos demostrado que no se trata de una mejora transitoria, sino de una realidad a largo plazo, ya que después de cinco años los pacientes siguen mejorando”. Este dato es relevante, ya que ahora sabemos que, incluso dentro de la normalidad, si conseguimos reducir nuestros indicadores de glucemia, tensión arterial, colesterol de baja densidad (LDL) o hígado graso, disminuye nuestro riesgo de enfermedad cardiovascular.
Estos datos demuestran la idoneidad de someterse a este tipo de cirugía en pacientes con obesidad sin comorbilidades. “A pesar de estar sanos, mejoran, y esto es importante, porque sabemos que es cuestión de tiempo que estos pacientes enfermen metabólicamente. Vemos que a los cinco años no están enfermos, sino que han mejorado respecto a su estado inicial”, afirma David Benaiges, médico adjunto del mismo departamento y último autor del estudio. Esto podría llevar a modificar los criterios actuales de inclusión en los procedimientos de cirugía bariátrica para incluir a personas con un índice de masa corporal inferior al actual, lo que evitaría que su estado se deteriorara antes de la intervención. En la actualidad, los pacientes obesos y metabólicamente sanos sólo se incluyen si tienen un índice de masa corporal superior a 40 kg/m2.